Las fragancias forman parte de nuestro look. Son ese atuendo extra que colocamos sobre la piel para causar una buena impresión, para que todos queden impactados ante el olor que desprende el cuerpo. De intensidades muy variadas, no importa cuál sea el aroma que andes buscando porque siempre habrá uno que se adapte a lo que necesitas.
El perfume -especialmente cuando es de calidad- consigue una sensación de frescura única con la que hombres y mujeres van más seguros. Casi como si formaran parte de nuestra identidad, resulta comprensible cómo cada vez más personas buscan en ese frasco de marca algo a lo que llamar suyo.
¿Por qué nos gustan tanto los perfumes?
Más allá de oler bien, el perfume es capaz de evocar sensaciones, de decir al otro sin palabras que es especial o que nos hemos marcado así para él. Esto, que suele ser bastante satisfactorio, nos hace pensar en el por qué de tantos aromas diferentes. A continuación, para que comprendas su encanto, te dejamos con algunos detalles:
Olores que provocan recuerdos
¿Sabías que una persona recuerda hasta el 35% de lo que huele? Con este dato nada extraña que tengamos en el perfume una manera de pensar en aquella persona que nos gusta, en la primera cita o cualquier otra cosa que se nos venga a la imaginación. Si las memorias nos hacen felices, imagina que sentimos ante un aroma.
Generar impresión
El perfume también sirve para dar una impresión. De la misma manera que con la ropa, los gestos o los atuendos que pueda llevar un individuo, aquello a lo que huele habla del hombre o de la mujer que lo tiene impregnado. Atelier Cologne por ejemplo, nos muestra a alguien natural, que gusta de los tonos limpios y las aguas de colonia de alta calidad.
Mejoran el bienestar mental
Diversos estudios han confirmado cómo algunos aromas contribuyen a mejorar el bienestar mental de las personas. Calmando la ansiedad, ayudando a que la persona se sienta bien con lo que hace, no solo se trata de oler bien sino de potenciar la calma de aquel individuo que tenemos delante. ¿Lo lograste?
Generan atracción
Uno de los sentidos más fuertes con el que cuentan las personas es el olfato y este, de cara al perfume puede ser el que hable de nosotros, el que provoque esa necesidad en el otro de acercarse (o alejarse) Perfectos como herramienta de seducción, cada vez son más las personas que lo compran con este fin.
Cambian la forma de actuar
Antes hemos advertido de la seguridad que nos da un perfume y es que, cuando nos sentimos bien, actuamos en consecuencia. La fragancia que llevamos no solo habla de nosotros sino que puede hacer que cambiemos la manera en la que nos comportamos, el sentido que le damos a las cosas. ¿Lo has comprobado?
La psicología del perfume es una realidad que no podemos ignorar. De manera automática, las personas comienzan a pensar cosas sobre aquel que lleva esa fragancia, qué es lo que nos representa o cuál es la idea que tenemos de lo que vemos. Esto, que ha ayudado a muchos, es algo que está más que estudiando.
