

El sector de la belleza cada vez sigue evolucionando y sorprendiéndonos con nuevas técnicas de maquillaje y tratamientos innovadores. En este post vamos a hablarte precisamente de la primera, esas técnicas novedosas que llegan pisando fuerte y consiguiendo que nos veamos cada día más bellas. ¿Te gustaría tener un rostro más afinado sin pasar por el quirófano? Pues presta atención a todo lo que vamos a enseñarte acerca de Cómo maquillarse con la técnica del soft sculpting paso a paso. Porque precisamente esculpir y dar forma al rostro es de lo que se ocupa esta nueva forma de maquillaje.
Qué es el soft sculpting
Ya conocíamos el «contouring», la técnica de maquillaje que se hizo tan popular entre las famosas porque permitía resaltar las facciones de la cara consiguiendo adelgazar visualmente el rostro y que se vea más fino. Y es que hay mujeres que no están conformes con la forma de rostro que les ha tocado, bien sea porque tienen una cara redonda, o porque tienen alguna piel caída que piensan que las hace ver desfavorecidas.

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Pues bien, el soft sculpting es una evolución del contouring, donde se busca igualmente afinar las facciones pero en esta ocasión procurando que el maquillaje no se vea tan aparatoso y quede más natural. Y es que el «contouring» queda bonito, pero quizás en exceso recargado. No es un maquillaje para usar a diario o si queremos lucir al natural.

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Si eres de esas mujeres que ni a comprar el pan o pasear al perro puede salir sin maquillarse, y quieres que tu rostro se vea fino, el soft sculpting está hecho para ti, porque apuesta por la sencillez con un maquillaje muy suave apto para diario. Para que casi parezca que llevas la cara lavada.
Cómo se aplica el soft sculpting
El paso previo y clave para aplicar el soft sculpting y que te luzca bonito es tener un buen cutis. Sí, ya sabemos que nos dirás que eso es cuestión de genética y que tal vez tú no tuviste la mejor de las suertes en este sentido. Pero créenos que con buenos cuidados, tu rostro puede mejorar potencialmente. El secreto está en mantener la piel limpia, nutrida e hidratada. Huir de cosméticos agresivos y utilizar aquellos que sean los adecuados según las necesidades de cada piel: para piel grasa, seca, mixta, sensible, con acné, con rosácea, etc.

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Otro paso esencial es no irte nunca a la cama sin efectuar tu rutina de limpieza de cutis. Esto significa eliminar cualquier resto de maquillaje pero, aunque no te maquilles, también necesitas lavar tu rostro, nutrirlo e hidratarlo, porque tan solo del ambiente, la piel se ensucia. Y hay que sumar las células muertas que la propia piel va expulsando en su proceso de renovación.

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Aparte de todo esto, beber mucha agua y tener una alimentación completa en la cual aportemos al organismo todos los nutrientes que necesita para funcionar perfecto. Y, por supuesto, utilizar cosméticos de confianza que vayan bien a nuestra piel y no solo a nuestro bolsillo, ni elegir un cosmético porque lo anuncie tal o cual famosa. Tus necesidades y características pueden ser muy diferentes a las suyas.
Con una buena iluminación y los cosméticos a mano, vamos a ver paso a paso cómo se aplica esta técnica.
Cómo maquillarte con soft sculpting
El primer paso es lavar e hidratar la piel y aplicar tu base de maquillaje. Tenemos que conseguir una piel del cutis en tono uniforme y bonita.

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Una vez lista la piel, para iniciar el soft sculpting cogeremos el bronceador o el stick del contouring por encima del hueco de las mejillas. Ojo, hemos dicho «por encima del hueco», y no en el mismo hueco, como habitualmente acostumbramos.

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Escoge dos bases de maquillaje, una que sea igual a tu piel para dar por todo el rostro. Y otra de medio tono a un tono más oscuro para aplicar en la frente, la nariz, la mandíbula y los pómulos. Así se crea un contraste de tonalidades que ayuda a esculpir.

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Luego hay que difuminar hacia arriba para dar calidez al rostro y crear efecto de piel alisada. ¡Mucho cuidado con las cantidades! Aplica poco maquillaje y, si a lo largo del día notas que se ha ido perdiendo, pues aplicas más. Pero es preferible pecar por defecto que por exceso. De lo contrario, la técnica no tendrá su efecto, pues recuerda que estamos buscando un maquillaje muy natural.

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Aplica colorete. El colorete da color y aspecto de buena cara. Pero hay que saber aplicarlo. El truco está en sonreír y aplicar este producto en la zona más alta de las mejillas. Para que parezca que tu cara sonrojada es natural y causada por el sol, conviene aplicar un poco también en zonas como la nariz, la barbilla y la frente pero muy poca cantidad.

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Finalmente, viene el iluminador. Este se aplica en zonas como el hueso de la ceja, pómulo, nariz, el arco de Cupido, el puente de la nariz y la esquina del interior de los ojos. Eso sí, cuidado de no aplicarlo sobre las arrugas del contorno de los ojos, porque se te verán más y parecerás más mayor.

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Recuerda maquillarte en un espacio donde te veas bien, pero con luz natural, sobre todo si es de día. Porque a la luz artificial el maquillaje se ve diferente y el resultado será en exceso recargado cuando salgas a la calle. Puedes encontrarte con un efecto máscara que es justo lo contrario a lo que queremos.
¿Tienes los ojos pequeños? Mira cómo maquilarlos:
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