Hay quienes odian las canas, y prefieren teñirlas desde el primer momento en el que comienzan a aparecer. Sin embargo, hay otras mujeres a las que les encantan, no teniendo pánico cuando empiezan a acumularse de tal manera que, al final, el cabello acaba por convertirse en una maravillosa acumulación de pelo blanquecino. Pero una cosa es tener el cabello blanco, y otra de color amarillento, lo que puede ofrecer una apariencia no tan agradable y cuidada. ¿Por qué las canas se vuelven amarillas? Y, especialmente, ¿de qué manera podemos disminuirlas, o incluso hacerlas desaparecer por completo? Te descubrimos todo lo que necesitas saber acerca del color amarillo de las canas.
En primer lugar, ¿por qué aparecen las canas?
El cabello canoso o gris es causado por la pérdida de melanocitos -células pigmentarias- en el folículo piloso. Esto ocurre normalmente a medida que vamos envejeciendo, y desafortunadamente, no existe por el momento un tratamiento adecuado para restaurar estas células y el pigmento que producen, la melanina.
Los factores genéticos tienen muchísima relación. Por tanto, no existe prácticamente nada que podamos hacer médicamente para evitar que esto ocurra, en particular cuando estamos genéticamente predeterminados a que suceda.
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También existen factores ambientales que pueden influirnos mucho. Es el caso del estrés, el cual podría acabar desempeñando un papel clave en la rapidez con la que el cabello pasa de teñido a grisáceo. ¿El problema? La “hormona del estrés”, la cual surge en nuestro organismo cada vez que experimentamos una respuesta de “lucha o huida”. Así, la presencia a largo plazo de cortisol, especialmente en niveles elevados, estaría vinculado con la aceleración de la aparición de las canas.
Fumar es, a su vez, considerado como otro factor de riesgo conocido, el cual influye directamente en el envejecimiento prematuro. A lo que se unen otras causas relacionadas, como las deficiencias en proteínas, cobre, hierro y vitamina B12, además del envejecimiento debido, en parte, a una acumulación de estrés oxidativo.
¿Cómo quitar el color amarillento de las canas?
Hay bastantes razones por las que el cabello canoso se vuelve amarillo, u opaco y deslucido. En realidad podría ser debido a un cambio de pigmento directamente relacionado con la edad, pero también podría deberse a cualquiera de las influencias externas.
Debido a que el cabello gris y blanco no contiene ninguno de los pigmentos que tiñen el cabello más joven, suele mostrar los colores de elementos y materiales extraños recogidos directamente desde el agua (por ejemplo la ducha o la piscina), o incluso determinados contaminantes del aire.
Por ejemplo, fumar puede influir mucho, y puede acabar provocando que tanto el cabello como las uñas se vuelvan amarillas. También puede deberse a residuos de champús, e incluso otros productos utilizados para el cuidado del cabello.
Dado que existen una amplia variedad de razones por las que el cabello blanco se vuelve amarillento, es necesario e imprescindible empezar hacer pequeños cambios, y ver qué causas pueden estar contribuyendo a esa tonalidad no tan deseada.
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Enjuague con vinagre
- Mezcla una cucharada de vinagre de manzana con 3 litros de agua.
- Después de lavarte el cabello con champú, enjuágatelo con la mezcla de vinagre de manzana y agua.
- Trabaja con paciencia en tu cabello, y enjuaga bien de nuevo con agua limpia.
- Utiliza un acondicionador blanco, como de costumbre.
- Repite nuevamente el enjuague de vinagre al menos una vez por semana.
Enjuague con té de flores de Betónica
- Elabora un té con agua y flores de Betónica. Para ello, pon agua en una cacerola, añade un puñado de flores de esta planta, y deja que hierva. Deja el té en reposo, hasta que obtengas el color púrpura que prefieras. Cuanto más oscuro sea el color amarillento de tu cabello, más oscuro debería ser el té.
- Después del champú, enjuágate el cabello con este té, trabajándolo bien.
- Enjuaga bien el cabello con la ayuda de agua limpia, y acondiciónalo con normalidad.
- Finalmente, repite este enjuague una vez por semana.
Enjuague con peróxido de hidrógeno
- Mezcla a partes iguales de peróxido de hidrógeno de 30 volúmenes (3 por ciento) y tu acondicionador habitual.
- Aplícate esta mezcla en tu cabello. Luego péinatelo.
- Coloca un poco de papel de aluminio sobre el cabello, y deja actuar durante 20 minutos.
- Luego enjuágate bien el cabello, aplícate un champú, y acondiciónalo como de costumbre.
Por último, no es recomendable repetir este proceso más de una vez al mes.